Blogger Template by Blogcrowds

Internación de por medio, volví a rescatar este archivo. No es que dejara de escribir, pero todo lo que ponía en palabras era más de lo mismo. Quería volver acá el día en que por fin el camino estuviese despejado y yo, un poco más tranquila y más segura, pudiese decidir donde ir. Esperé y esperé, tomé pastillas, hice terapia, hablé y hablé, lloré y conocí gente, jugué a intentar que me sanaba pero no… No me miento más. Mejor sigo con la historia dónde la dejé… o no. No sé, pero sé que lo que tenga que escribir, lo tengo que escribir acá, porque algún día voy a salir, voy a releer esto y voy a saber que hay un lugar al que no quiero regresar. Y cada vez que esté a punto de dejar de luchar, voy a recordar la vida de mierda que vivo ahora y eso me va a dar fuerzas para soportar lo que sea. En fin, el punto es que acá está una parte de mi pasado, no la más sórdida ni la más oscura, pero si la más dolorosa y no puedo darle punto final. Una de las razones por las que no puedo dejar esta mierda atrás es porque todavía pienso mucho en ÉL.

Yo sé que:

a.- pasó mucho tiempo

b.- sólo estuvimos tres meses juntos

c.- Él no me quiere


Yo pienso que:

a.- Él me comparó con otras minas y me descartó

b.- cuando me dijo: vos te’ mereces algo mejor’, en realidad pensaba: ‘me merezco algo mejor’


Y aun así, sigo pensando en Él como si fuese el hombre de mi vida, y me sigo lastimando sintiéndome muy poca cosa. No pasa un día si que yo quiera dejar de respirar. Y entonces trato de racionalizar lo que me pasa, mirarme con objetividad y me doy cuenta de que son varias los hechos que me tienen así.

1.- El hecho de que él no me ame

2.- El hecho de ser una inútil que no trabaja ni termina la carrera

3.- El hecho de no tener amigos de verdad

4.- El hecho de que nada es lo que esperaba unos años atrás.


El encierro, la obsesión y mi personalidad adictiva tampoco ayudan. Y EL hecho es que me quiero morir. Y lo pienso y me digo: no, no quiero, NECESITO morirme, porque esta no es la vida que quiero llevar, y ya cagué todas mis posibilidades. Stop. No dramaticemos, aún soy joven, no soy un monstruo y no tengo ninguna tara insalvable. Ehmmm, eso no me convence. Yo quiero ser joven siempre y hacer todo lo que no pude hacer hasta ahora, no me basta con no ser fea, yo quiero ser hermosa para que Él me ame y quiero ser inteligente... y quiero, quiero, QUIERO. Nada de lo que tengo me alcanza. No quiero ser yo. No me quiero. Siempre que veo una chica linda, me imagino su vida y quiero ser ella. Y con él me pasa algo similar, amo su forma de actuar, de hablar, de pensar, de ser. Él es como me gustaría ser.

Debut

¿Cómo hacés para ir hacia adelante cuando solamente sabés retroceder? ¿Con qué fuerzas te vas a levantar cuando ya estás cansado de caerte? ¿Con qué esperanza vas a intentar triunfar si ya probaste de mil formas y seguís resultando derrotada? Creés que podés y lo volvés a hacer mal, te parás nuevamente y te vuelven a derribar. El miedo al fracaso ya es más fuerte que vos y empezás a sentirte incapaz, te sentís menos que todos y no tenés la voluntad de ser más que nadie.

Ya te olvidaste del sabor de la victoria y solamente acariciás ilusiones, añorás verlas cumplirse pero los sueños siguen siendo intangibles y no podés vivir de utopías que cada vez se hacen más utópicas.

Querer ya no es sinónimo de poder, el esfuerzo ya no significa éxito y continuás golpeándote la cabeza contra una pared que no conoce de sufrimiento y que con cada golpe se hace mas fuerte y vos seguís ganando en debilidad. Ya casi nada te sustenta y peleás con la guardia baja, te dejás pegar porque no recordás como defenderte. Se desvanece tu fuente de energía con cada intento fallido, deseas volver el tiempo atrás y empezar de cero, reencontrarte con esa confianza que te hacía avanzar ante todo pero, no podés pensarte en ganador si no recordás lo que es serlo.

No encontrás el camino y eso te hace repetir errores, intentás un cambio pero la fuerza no alcanza y el agotamiento es más grande que tu propia voluntad. Las caídas ya no duelen tanto y te acostumbrás a la sensación de la derrota, no podés salir del pozo, ya no podés cambiar tu fuking forma de actuar.